Para la OMS, la adherencia al tratamiento se define como “el grado en que el comportamiento de una persona —tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida— se corresponde con las recomendaciones acordadas con el prestador de asistencia sanitaria”.
Las directrices del consenso de expertos en enfermedades mentales graves de 2009, recomiendan utilizar un punto de corte, mayor o igual al 80% de la medicación tomada para que los individuos pueden ser considerados adherentes. Las tasas de incumplimiento en pacientes con problemas de salud mental varían ampliamente del 20 al 70% según la metodología, población objetivo y definiciones de adherencia, siendo también difícil mantener la adherencia a lo largo del tiempo (a menudo denominada persistencia) empeorando las tasas de incumplimiento con períodos de observación más largos. Es por ello que, los trastornos psiquiátricos son una preocupación creciente para la salud pública, que atribuye el 14% de la carga de enfermedades a los mismos agravada por la falta de adherencia a la medicación.
En este manual se aborda la adherencia, la comunicación eficaz y la entrevista movitacional, la visión del paciente y por último la implantación de un programa de adherencia de salud mental.