Los errores de medicación son fallos no intencionados en el proceso de prescripción, dispensación y/o administración de un medicamento bajo el control del profesional sanitario o del ciudadano que consume el medicamento y su entorno.
Estos errores son responsables de una gran proporción de los eventos adversos relacionados con la asistencia sanitaria. Además, pueden generar daño transitorio o permanente en el paciente, suponiendo una prolongación de la estancia hospitalaria, reingresos o visitas a Urgencias.
Sin embargo, aunque son los errores de medicación los que más contribuyen, en cuanto a volumen, no son los únicos errores relacionados con la atención sanitaria que pueden causar daño en el paciente, entendiéndose, por tanto, la Seguridad Clínica como un concepto más amplio, que abarca absolutamente todos los procesos capaces de afectar negativamente, de manera potencial, al enfermo y su entorno en cualquier etapa de la asistencia sanitaria.
El farmacéutico de hospital, debido a su formación curricular, desarrolla una actividad clínica íntimamente ligada al uso seguro de la medicación. Sin embargo, creemos que la visión transversal que nos otorga nuestra posición en los distintos procesos de salud nos hace capaces de participar, sino liderar, todos los aspectos en los que la seguridad del paciente se pueda ver amenazada.